lunes, 12 de noviembre de 2012

POR EL CAMINO, EN BUS…



Hay amores inolvidables y odios incorregibles, en ocasiones recuerdo los besos que no he dado y la forma en que he ignorado a la magna felicidad.
Mientras viajo, miro en la ventana atreves de mis lentes oscuros que hacer del paisaje un desierto  magenta. Cierro un ojo y juego a ser Gulliver, con mas tamaño en mis dedos acaricio las nubes y un lindo becerro, ahora los arboles son del tamaño de mi meñique y pienso de nuevo, “como me encanta viajar”; tomar un asiento en un bus lleno de extraños, ver una película extranjera y pensarlo dos veces antes de ir al baño. Miro el camino desde una sola perspectiva y construyo formas en el cielo, abro la ventana debido al calor porque hoy me toco un día soleado, ya fue mucho viento y mi cabello perdió su forma mientras vagamente intentaba ser libre de mi cabeza pensativa, cierro la ventana debido al viento que en este punto me corta la respiración, duermo un poco pero despierto por intervalos, mi mente reacciona diciendo, “hay hombres malos y mentes perversas, no te confíes, recuerda que estás sola”. Al fin llego a mi destino, lejos de casa, ¡que bendición¡. ¿Con que recuerdos volveré a subirme al bus de regreso? , recojo mi maleta y me dispongo a averígualo, adiós bus contaminante, gracias por el aventón. 


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